SECTOR CULTURAL

QueSoni

Cataluña
https://quesoni.cat/

Quesoni es una cooperativa que trabaja en el ámbito de la cultura desde distintas vertientes: gestión de eventos, programación cultural, servicios artísticos y servicios técnicos de sonido, iluminación y audiovisuales. Quesoni desarrolla su actividad en el marco de la economía social y solidaria con el objetivo de transformar las relaciones de producción en el mundo de la cultura. Es voluntad de la cooperativa relacionarse con otros proyectos con los que comparte valores para impulsar propuestas culturales transformadoras.

Entidad financiera
Coop57
AÑO
2022
CRÉDITO
144.817€
ETHSI
proyecto con
seguro ético

HISTORIA

Quesoni, financiación para un salto de escala

 

Representación de artistas, producción de conciertos y eventos, gestión de salas: la cooperativa Quesoni suena, desde hace siete años, en el mundo musical, como un proyecto económico dinámico en el mundo de la cultura catalana. Últimamente, su actividad se ha visto incrementada porque ganó recientemente, junto a otras dos cooperativas, la gestión de una sala de conciertos de Barcelona, la sala Paral·lel 62 (P62). Aunque no están solos, esta nueva etapa requirió unas inversiones importantes y la cooperativa decidió acudir a las finanzas éticas para poder asumir el proyecto.

Xavi Urbano es uno de los socios fundadores (“socios”, sí, porque son todos hombres) de la cooperativa y nos explica, desde el patio de La Comunal —el espacio cultural cooperativo donde tienen la sede de Barcelona—, los orígenes de la entidad. Nos interesa especialmente la vinculación con la economía social y solidaria (en adelante, ESS), movimiento al que se dicen adscritos desde sus inicios. Según Xavi, la ESS es “la forma natural de los proyectos culturales. La mayoría de gente que comienza en el mundo de la cultura, por ejemplo montando un grupo musical o una compañía de teatro, lo hace desde una vertiente no profesional, amateur, donde las relaciones son muy horizontales. El problema del ámbito de la cultura es que cuando se profesionaliza y el rendimiento se convierte en el centro suele optar por formas empresariales más estándares. Nosotros intentamos mantener el espíritu de los proyectos de los que veníamos”.

De hecho, muchos de los integrantes de la cooperativa, tanto socios como trabajadores/as vienen del mundo de los movimientos sociales o de la gestión de equipamientos de carácter comunitario y, por tanto, tenía todo el sentido apostar por un modelo transformador. Esto no está exento de ciertas dificultades: “Después hemos visto que el mundo de la ESS tiene algunos límites en lo que se refiere a nuestra actividad en concreto, que nos hace tener que relacionarnos con la economía capitalista”, continúa Xavi .

 

Finanzas éticas como compañeras de viaje

Las tres líneas de actividades con las que trabajan son la representación artística, en formato de agencia de management y discográfica; otra de servicios técnicos, con sede en Granollers, donde tienen el almacén con equipos de sonido, de luces y otros materiales para fiestas mayores y eventos; y la tercera es la gestión de la sala cultural Paral·lel 62. Al inicio del camino como cooperativa ya se hizo necesaria una inversión importante en equipos técnicos y fue cuando empezaron a trabajar con Coop57. Del mismo modo, “natural”, que escogieron al constituirse como cooperativa, eligieron las finanzas éticas, por la convicción de que era la opción más cercana a sus valores.

Coop57 ha sido un compañero de viaje durante estos años porque los equipos y la tecnología utilizados se quedan rápidamente obsoletos y necesitan renovación constante y, de rebote, una financiación recurrente en el tiempo.

Cuando hablamos de finanzas éticas también debemos incluir los seguros y debe decirse que el seguro de responsabilidad civil de la cooperativa también es de la ESS, y lo tienen contratado con Arç Cooperativa, entidad certificada con el sello EthSI.

 

Un salto de escala con red

En 2022 la cooperativa entra en otra dimensión, al ganar el concurso para la gestión de la sala P62. Se presentan con otras dos entidades con las que han formado una unión temporal de empresas (UTE) por el período que durará el contrato con el Ayuntamiento de Barcelona. Pese a ser un trabajo asumido por tres colectivos, requería un esfuerzo económico muy importante para cada uno. Según Xavi, “tuvimos que depositar una garantía de 280.000 €, es decir, 90.000 € para nosotros, y empezar a incurrir en unos gastos de personal, suministros, alquileres y gestión sin liquidez inicial, al ser un contrato público. Estuvimos tres o cuatro meses sin poder estabilizar la actividad y era necesario un crédito desde el minuto cero. Por supuesto recurrimos a Coop57 que nos otorgó un préstamo con condiciones muy favorables”. Estas condiciones que menciona hacen referencia al hecho de, al tratarse de un crédito largo, había una carencia de unos meses para poder devolverlo una vez que la actividad ya estuviera en marcha.

El salto de escala ha sido un momento álgido y lleno de replanteos para Quesoni y el hecho de sentir segura al menos la parte financiera ha hecho posible afrontar de forma más tranquila los otros flancos, como el incremento de contrataciones de personal o intentar fomentar que proveedores y productos de los eventos donde trabajan estuvieran vinculados a la ESS. Este último objetivo ha sido posible solo en parte, pero sí se ha logrado por ejemplo que la oferta de refrescos de P62 recayera en una entidad reconocida dentro de la ESS: Alterevents.

Quesoni y Coop57, caminos que se van cruzando

La relación entre Quesoni y Coop57 se ha ido consolidando a través de los varios créditos, pero también por una intercooperación más allá de los contratos. Ahora mismo, en la entrada de P62 un cartel con el logo de la entidad de finanzas éticas visibiliza su participación en el funcionamiento de la sala, “un poco con esta idea de que la ESS debe ser el espacio natural para proyectos culturales como este y que las finanzas éticas forman parte”, sigue explicando Xavi. Además, Quesoni ha entrado como miembro de uno de los consejos de sección de Coop57, desde donde se realiza básicamente el seguimiento de los proyectos financiados por la entidad. Es una forma de implicarse y facilitar por ejemplo la evaluación de otros proyectos culturales y así impulsarlos. Al formar parte de CulturaCoop, plataforma que engloba distintas cooperativas culturales del territorio catalán, también intentan fomentar la utilización de la financiación de Coop57 para proyectos comunes. En definitiva, como dice Xavi, “la relación de servicios se está volviendo una relación de proyecto conjunto”.

Un servicio más amable, más cercano

En cuanto a la parte de los trámites, Quesoni se ha encontrado muy a gusto, aunque pedir créditos no es un chute de emociones positivas y hace un poco de impresión. La evaluación a la que debe someterse cualquier proyecto para obtener financiación, pese a ser pesada en cuanto a la necesidad de documentación que acredite su sostenibilidad económica y el impacto social y ambiental que comporta, es amable y ofrece una base de confianza que en otras entidades financieras del mundo capitalista es impensable. Esta doble mirada es, de hecho, uno de los valores que caracterizan las finanzas éticas y que muchas entidades que trabajan con ellas reconocen como clave al escogerlas frente a la banca capitalista.

Además, la cooperativa, desde su visión como usuario y al mismo tiempo participando desde dentro de Coop57 en los procesos de financiación, confirma que la dinámica posconcesión del o de los créditos es mucho más sencilla en el circuito de las finanzas éticas: “En el caso en que se necesite realizar reformulaciones por problemas puntuales en los plazos de pago, reagrupamiento de créditos u otras modificaciones, siempre es más fácil con Coop57. El grado de riesgo que acepta de entrada Coop57 es más alto, pero, aparte, la banca convencional pone más obstáculos, algunos más de formalidad (comisión de evaluación de riesgos) y otros más de relación humana; es distante, por lo menos” explica Xavi.

El mundo de la cultura y las finanzas éticas

A través de Xavi nos enteramos de que las finanzas éticas, aunque no son mayoritarias en el sector cultural, sí que tienen una presencia relevante. Proyectos como Propaganda pel Fet! o la Casa de la Música de Manresa son ya veteranos en el uso de la financiación ética, pero hay muchos más; al fin y al cabo, un porcentaje muy alto de proyectos financiados por Coop57 son culturales. Porque, como comentábamos al inicio, la cultura es su espacio natural.

 

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