A Milpa do Salnés
A Milpa do Salnés Sociedade Cooperativa Galega nace en el 2020 con unas líneas de trabajo basadas en la producción ecológica, transformación artesanal, formación ecológica e investigación en temas relacionados con la agricultura ecológica y el medio ambiente. Para A Milpa do Salnés es importante poder contribuir positivamente con el entorno social, económico y ambiental. Además, centran muchas de sus acciones hacia colectivos más vulnerables y desfavorecidos. El producto estrella es Milpa – harina de maíz nixtamalizada que es el resultado de la mezcla de la cultura gastronómica mesoamericana y la tradición agrícola de la Galicia Atlántica.
HISTORIA
Financiación en el entorno rural: el ejemplo de la cooperativa gallega En Milpa do Salnés
La cooperativa En Milpa do Salnés trabaja para reactivar la cultura agrícola gallega del maíz desde O Val do Salnés, en la costa pontevedresa. El proyecto nace después de que Ofelia Gaitán y Guillermo Rodríguez, los socios fundadores, volvieran de Nicaragua, donde residían y se encargaban de proyectos relacionados con el medio ambiente y la sensibilización ambiental, en 2017. En 2021, pues, materializan la ilusión de emprender en el entorno rural que sienten oriundo bajo los principios de la agricultura ecológica.
A su vez, tenían el objetivo de que el proyecto se convirtiera en el eje vertebrador de una mejora del entorno social, económico, ambiental y del sistema alimentario de la zona. Por eso, inician una transformación desde el rural que acompañan con la realización de formaciones, asesorías e investigación, que esperan los convierta en referentes a nivel estatal en tres años.
Con el fin de conseguirlo, en 2022 se presentan a la convocatoria de la subvención «Apoyo de proyectos piloto, desarrollo de nuevos productos, prácticas, procesos y tecnologías en el ámbito agroforestal» de la Xunta de Galicia. El gobierno autonómico les concede la ayuda, pero requiere que sea la cooperativa quien asuma los gastos y después los justifique. En Milpa do Salnés apenas iniciaba su actividad y las dos personas que formaban parte del proyecto no podían hacer frente a las expensas. La necesidad de financiación externa, para que la cooperativa prosperase, quedó patente.
Confianza y valores compartidos
Creían que los valores a los que responden como individuales y como cooperativa también debían estar representados en la forma de financiar el proyecto, por eso eligieron la banca ética. La entidad escogida fue COOP57, que de primeras les pareció cercana y seria. También les convenció la confianza y el liderazgo en positivo de las personas responsables: «El trabajo conjunto y el apoyo del personal de COOP57 en Galicia ha sido excelente. Nos han hecho sentir realmente sostenidos.»
Radicalmente distinta es su experiencia con la banca tradicional, más alejada de las necesidades personales y la atención al cliente personalizada que hubieran deseado. Esta desconexión, dicen, se acentúa en entornos rurales, donde las personas que viven acostumbraban a ser atendidas por entidades más pequeñas en los mismos núcleos, pero ahora se ven abocadas a un servicio muy deficitario: «Las entidades bancarias no éticas cada vez se alejan más de la población rural y la brecha entre la calidad del servicio de la banca ética y la banca comercial convencional, se ensancha. En los entornos en los que nos movemos, cada vez cobra más importancia que la banca que elegimos esté centrada en las personas y en nuestros proyectos».
El único aspecto que les resultó difícil de primeras fue conseguir los avales solidarios para obtener la financiación, que achacan al desconocimiento de la población general respecto a las finanzas éticas. Sin embargo, en los años siguientes la tarea se convirtió en más sencilla.
En A Milpa do Salnés entienden su proyecto, la elaboración de harina de maíz y productos derivados, como un proceso delicado atravesado por valores como la solidaridad, la sostenibilidad, la justicia social y la importancia en la comunidad. De ahí que decidirse hacia la banca ética fue sencillo y, a la vez, muy acertado: «Sin la ayuda de COOP57, la cooperativa no tendría la capacidad financiera para emprender este proyecto vital para nuestro desarrollo personal».