Som tribu

1. ¿Nos podéis describir brevemente vuestro proyecto y sus objetivos principales?

Somtribu es una cooperativa integral de vivienda en cesión de uso y de consumo. Estamos en Navata, en el Alt Empordà. Rehabilitamos un edificio para convertirlo en seis viviendas de HPO, con espacios de uso comunitario y un local comercial que alquilamos. El proyecto también incluye una casa de huéspedes, un alojamiento tranquilo para realizar todo tipo de trabajos personales, y una comunidad energética local. Son proyectos -actividades económicas- nucleares de la vida de la cooperativa de vivienda que abordamos desde una perspectiva empresarial, con el objetivo de que nos provean del dinero necesario, complementario a las cuotas de derecho de uso de las socias, para poder afrontar con garantías los pagos de las cuotas de la financiación que necesitamos para la rehabilitación integral del edificio. El objetivo principal de Somtribu es recuperar la vida en tribu: elegir la familia con la que quieres vivir y crecer y acompañarnos juntas, haciéndonos la vida más amable, agradable y divertida.

2. ¿Cuáles son los antecedentes o inicios? ¿Qué necesidades o problemas específicos quiere resolver el proyecto?

Somtribu nace de la visión de Yolanda, una de las socias fundadoras, de vivir en tribu, de elegir la familia con la que deseas convivir. Hay un segundo origen que emana de un estudio sobre cómo podría encajar el modelo urbano de cooperativa de vivienda en cesión de uso en el mundo rural, llegando a la conclusión de que debe ser: de tamaño pequeño (máximo, 9 unidades de convivencia), y en suelo privado, desde la perspectiva de conectar a los agronautas y los aldeanos que Jaime Izquierdo identifica en «Asturias, región agropolitana», en una red de pequeñas cooperativas de vivienda en cesión de uso rurales. De este estudio surgió la Asociación Colonias Agropolitanas, que impulsa el modelo.

3. ¿Cuáles han sido los principales impactos sociales del proyecto hasta ahora? ¿A qué tipo de personas o colectivos se dirige? ¿Cómo les cambia la vida vuestro trabajo?

El proyecto está implicando toda una serie de impactos sociales que creemos que son claramente positivos. De entrada, hemos conseguido fijar cinco unidades de convivencia nuevas en Navata. Pero no solo nos detenemos aquí, estamos poniendo en marcha una nueva actividad económica en Navata, con la casa de huéspedes y una comunidad energética abierta a todo el pueblo. Además, hemos iniciado una cooperativa de consumo abierta a todo el pueblo, conectada con otras cooperativas de consumo del país. En definitiva, generamos nueva vida y nuevas relaciones en Navata.

4. ¿Cuál es la importancia del acceso a la financiación en el desarrollo de vuestro proyecto? ¿Qué os ha permitido hacer?

Es fundamental: a menudo, las personas que deciden crear y/o participar en una cooperativa de vivienda en cesión de uso no disponen de recursos suficientes para no tener que solicitar financiación. La financiación externa nos ha permitido completar la compra de la finca y nos permitirá realizar toda la rehabilitación integral del edificio.

5. Antes de las finanzas éticas, ¿habíais trabajado antes con las finanzas convencionales? ¿Por qué os decidisteis a realizar el cambio o elegir esta opción?

Siempre hemos trabajado, desde el minuto cero del proyecto, con finanzas éticas. Hay socios de la cooperativa que están íntimamente implicados en la financiación ética desde hace años, y no nos planteamos ninguna otra posibilidad. La decisión estaba tomada: trabajar con finanzas éticas.

6. ¿Qué cambios habéis notado respecto a otras entidades financieras? ¿Qué destacaríais del funcionamiento?

Por una parte, la confianza, recuperar la mirada en los ojos, la humanidad, la autenticidad, el compartir que el dinero es una forma de energía concreta que debemos saber utilizar para hacer cosas buenas y hacerlas bien. Por otra parte, la lentitud y la falta de una estructura parametrizada y estandarizada para hacer las cosas, quizás una cierta falta de agilidad (por otro lado, consustancial a la realidad de las cosas).

7. ¿Con qué otras entidades o instituciones colaboráis para llevar a cabo este proyecto?

Colaboramos con diferentes cooperativas (Undos arquitectura, Quelea consultors, de consum, La Fresca, integrals, Somturisme, etc…), con la asociación Colònies Agropolitanes y con la empresa Qiplant B3, arrendataria de nuestro local comercial. También tenemos una excelente relación con el actual ayuntamiento de Navata. De todos modos, la juventud de nuestro proyecto hace que muchas de las colaboraciones futuras aún no hayan tenido tiempo material para arrancar.

8. ¿Cuáles han sido los principales retos a los que os habéis enfrentado y cómo los habéis superado? ¿Cuáles son los planes de futuro del proyecto?

Comenzar con pocas socias ha hecho que el inicio sea extremadamente frágil, ya que tuvimos que aportar más dinero del inicialmente previsto, con el riesgo de que se sumaran las unidades necesarias para hacer viable el proyecto. Lo estamos haciendo todo nosotros, y eso complica y dificulta las cosas. Un proyecto pequeño como el nuestro no puede permitirse pagar el acompañamiento de una entidad como las que existen en el mundo urbano. Tenemos un futuro lleno de proyectos; quizás destacaría el enfoque global cooperativo que tenemos, y estamos incidiendo mucho en la generación de actividad económica endógena: cooperativizar nuestras vidas laborales y aumentar la generación de recursos propios para poder asumir de manera cómoda el retorno del dinero que hemos solicitado. También destacaría el enfoque comunitario, extra cooperativo, que queremos dar al uso de los espacios comunitarios de la cooperativa, para abrirlos al pueblo de Navata y sus alrededores. También nos gusta hacer hincapié en que somos una cooperativa sin ánimo de lucro y de iniciativa social, y centramos todo nuestro proyecto en el ámbito de los cuidados a lo largo de la vida, de manera que todo lo que co-creamos queremos que tenga esa finalidad detrás: el cuidado y el disfrute del hecho de vivir.