Cirerers
Cirerers es una cooperativa de vivienda en cesión de uso en el barrio de Roquetes, Barcelona. Es un proyecto de Sostre Cívic, una cooperativa que fomenta el acceso al modelo de vivienda cooperativa en cesión de uso.
HISTORIA
1. ¿Nos podéis describir brevemente vuestro proyecto y sus objetivos principales?
Cirerers es una cooperativa de vivienda en cesión de uso. Esto significa que somos un grupo de personas que hemos tenido acceso a una vivienda en condiciones muy diferentes al modelo tradicional de compra-venta. El edificio pertenece a la cooperativa y ninguno de sus miembros tiene más capacidad de decisión que otro.
Cirerers es un proyecto de Sostre Cívic, una cooperativa que fomenta el acceso al modelo de vivienda cooperativa en cesión de uso. En 2016, Sostre Cívic ayudó a formar un grupo motor para este proyecto. En 2018 ganó el concurso para acceder a un suelo público en el barrio de Roquetes de Barcelona, y así nació el proyecto de Cirerers. Tras diversas etapas, la construcción del edificio finalizó en 2022, cuando los miembros de la cooperativa pudieron acceder a su nueva vivienda.
Desde el principio, Cirerers ha estado guiada por principios éticos y políticos que influyen tanto en su entorno como en la forma en la que sus habitantes conviven. Estos principios tienen como base la economía social y solidaria y definen unos objetivos de igualdad, apoyo mutuo y transformación social, todo con el fin de garantizar una vida digna, al margen del mercado especulativo de la vivienda tan presente hoy en día.
El diseño del edificio se hizo con el objetivo de ser ecológicamente sostenible. De ahí su estructura de madera y sus instalaciones, que optimizan el impacto medioambiental. Se trata de un conjunto de 32 viviendas que acogen a más de 40 personas.
2. ¿Cuáles son sus antecedentes o inicios? ¿Qué necesidades o problemas específicos quiere resolver vuestro proyecto?
Con el aumento de los precios de la vivienda, tanto de compra como de alquiler, el acceso a una vida digna en la ciudad de Barcelona se ha dificultado. Cirerers se presenta como una alternativa. En su figura de cooperativa y con el apoyo de Sostre Cívic, ofrece una alternativa a este modelo de mercado, facilitando el acceso a la vivienda y promoviendo una nueva forma de vida para las personas que residen allí.
Desde el comienzo, el grupo de Cirerers plantea una convivencia donde las personas tienen una función activa en la forma en la que deciden vivir y vincularse. La toma de decisiones es asamblearia, lo que lo convierte en un ejemplo de organización horizontal. La existencia de espacios comunes distribuidos por todo el edificio promueve acuerdos para compartir y colaborar.
Cirerers se convierte en un espacio de resistencia frente a las opresiones cotidianas. Su alcance va más allá de la vivienda. Con un ideal feminista y una actitud integradora, promueve la convivencia y el apoyo mutuo entre las vecinas, creando un entorno donde la solidaridad y la justicia social son pilares fundamentales.
3. ¿Cuáles han sido los principales impactos sociales del proyecto hasta ahora? ¿A qué tipo de personas o colectivos se dirige? ¿Cómo cambia la vida de las personas vuestro trabajo?
La cooperativa siempre se ha dirigido a personas comunes, a cualquier vecino o vecina que se acerque con la voluntad de encontrar un modelo de vida diferente y participativo. Conectada con el barrio, ofrece una nueva alternativa de eventos y espacios, creando así un espacio de convivencia y comunidad.
Sin duda, ha contribuido a hacer que el día a día de las personas que allí conviven sea más agradable y accesible. Pero su impacto va más allá de la vida cotidiana de las convivientes. Con los proyectos internos de los habitantes de Cirerers, se está fortaleciendo el arraigo de esta comunidad en el barrio, e impulsando poco a poco la colaboración con los colectivos que allí militan.
4. ¿Cuál es la importancia del acceso a la financiación en el desarrollo de vuestro proyecto? ¿Qué os ha permitido hacer?
Que Fiare Banca Ética apostara por financiar el proyecto, al mismo tiempo que lo hacía con el de La Balma (Poblenou), fue crucial para que se hiciera realidad. En ese momento, la vivienda cooperativa estaba aún en una fase muy inicial, con pocos proyectos en marcha. Era importante que las finanzas éticas se comprometieran con el impulso de este modelo de vivienda, ya que, junto con todo el ecosistema cooperativo que lo estaba haciendo crecer, contribuyó a su consolidación y replicabilidad.
5. Antes de las finanzas éticas, ¿habíais trabajado con las finanzas convencionales? ¿Por qué decidisteis hacer el cambio o escoger esta opción?
Antes de la creación de Cirerers, en Sostre Cívic se había impulsado el proyecto de Princesa49, una rehabilitación de un edificio del Born, donde actualmente viven 5 unidades de convivencia. Este proyecto también fue financiado desde las finanzas éticas, en este caso con Coop57. Por lo tanto, el nacimiento de los primeros proyectos de la cooperativa fue financiado al 100% por las finanzas éticas y cooperativas.
6. ¿Cómo conocisteis los seguros éticos?
Cirerers, como proyecto de vivienda cooperativa de Sostre Cívic, está vinculado con el ecosistema cooperativo a través de los diferentes espacios de intercooperación donde participa la cooperativa: el grupo ECOS, la sectorial de vivienda cooperativa de la XES, la federación de cooperativas de vivienda y consumo, y muchos más. Desde estos espacios, tejemos redes con entidades de diversos ámbitos, también en el de los seguros éticos. Para nosotros es imprescindible promover lo que llamamos el «mercado social», es decir, hacer crecer las iniciativas promovidas desde la Economía Social y Solidaria, y es por este motivo que no dudamos en apostar por el sector de los seguros éticos para cubrir esta necesidad que tenemos en nuestros edificios y viviendas.
7. ¿Con qué otras entidades o instituciones habéis colaborado para llevar a cabo este proyecto?
En primer lugar, debemos destacar que Cirerers está construido en suelo público del Ayuntamiento de Barcelona. Nos lo ha cedido por 75 años mediante un derecho de superficie, por lo tanto, la primera colaboración destacable es con la administración pública. Una vez cedido el terreno, se inicia un proceso muy largo de diseño, gestión de la promoción y construcción, en el que intervienen múltiples agentes. En todos ellos hemos intentado que fueran agentes de la Economía Social y Solidaria. Por ejemplo, el diseño arquitectónico ha estado a cargo de la cooperativa de arquitectos Celobert, y la construcción del edificio, de la cooperativa La Constructiva. Actualmente, muchos de los servicios que tenemos contratados o con los que colaboramos en nuestro día a día, forman también parte de la ESS: los suministros de energía o de datos los tenemos contratados con Som Energia y Som Connexió, y el local de la planta baja lo tenemos alquilado a Economat Social (cooperativa de consumo de productos agroecológicos y de proximidad).
8. ¿Cuáles han sido los principales retos a los que os habéis enfrentado y cómo los habéis superado? ¿Cuáles son los planes de futuro de vuestro proyecto?
Durante la etapa de diseño y construcción, te enfrentas a muchos retos vinculados a la economía, el cumplimiento de plazos, las condiciones del proyecto y normativas… Durante los cuatro años que duró este proceso, fuimos superando los obstáculos haciendo los cambios que el proyecto pedía, desde la participación y los principios democráticos, asumiendo algunas renuncias y aceptando que el proyecto seguía manteniendo su esencia. Sin embargo, la etapa de diseño y promoción es la más corta frente a un proyecto de convivencia que dura toda una vida. Por lo tanto, ahora queremos construir una comunidad cohesionada, con apoyo mutuo, con espacios y momentos para compartir. Querer relacionarnos de otra manera respecto al modelo de vivienda imperante implica pensar en cómo queremos que sean esas relaciones y cuidarlas. Aquí es donde estamos destinando tiempo, tanto desde la informalidad como desde la creación de espacios formales que nos ayuden a construir la comunidad que queremos.