Ametxe
Ametxe es una cooperativa de vivienda en cesión de uso sin ánimo de lucro. Se ubica en un caserío rehabilitado en 2022-2024, original de 1660, de 600m2 con 40.000m2 de terreno en zona rural, a un paso del centro de Gordexola, Bizkaia.
HISTORIA
1. ¿Nos podéis describir brevemente vuestro proyecto y sus objetivos principales?
Ametxe es una cooperativa de vivienda en cesión de uso sin ánimo de lucro. Se ubica en un caserío rehabilitado en 2022-2024, original de 1660, de 600m2 con 40.000m2 de terreno en zona rural, a un paso del centro de Gordexola, Bizkaia.
El proyecto tiene varios objetivos. En primer lugar en el ámbito económico, con el acceso a vivienda más asequible, con creación de comunidad y propiedad cooperativa, que cede el uso a sus socias a precio de coste. Supone ofrecer vivienda en mejores condiciones que el mercado y crear un sistema al que podrán acceder otras unidades de convivencia en el futuro. Como el precio se mantiene, se va aumentando el diferencial de la cuota mensual con los precios del mercado, suponiendo un gran impacto a largo plazo.
Estamos generando vivienda social de iniciativa comunitaria. Por iniciativa propia y con un fuerte compromiso social. Las ayudas públicas han venido por la recuperación del caserío de 400 años y las propias de la instalación de energía, como para cualquier otra vivienda. La pena es que con los criterios actuales no hemos tenido ninguna facilidad por el hecho de generar vivienda social. Esto es lo que tratamos de cambiar con la Administración pública. Las administraciones pueden mejorar y adecuar las ayudas, activar incentivos como la reducción de impuestos municipales y una fiscalidad más adecuada para el valor social que aporta este modelo. Esto es una realidad en muchos países de Europa, y se puede ver con claridad en Cataluña con el impulso de estos últimos años.
En segundo lugar en el aspecto ecológico, desarrollar actividades ligadas al territorio, el cuidado de la tierra y la colaboración con los procesos naturales para conseguir alimentos regenerando los ecosistemas. Necesitamos cambiar la cultura sobre la producción de alimentos que empobrece el suelo o lo intoxica, y elimina la biodiversidad. Estamos experimentando con técnicas innovadoras, basadas en la observación de la fascinante inteligencia de la naturaleza, que están dando frutos saludables y abundantes en otros proyectos. Al mismo tiempo que aprendemos, compartimos esa implantación práctica con otras personas, organizando cursos sobre el terreno, invitándoles a que sean parte del proceso.
El hábito industrializado del monocultivo y la costumbre de desnudar y voltear la tierra para dejar un único cultivo, son conceptos que destruyen la red vital y de abundancia que crea la naturaleza. La vida trata sistemáticamente de abrirse camino, corrigiendo los desequilibrios con plagas y otras audaces estrategias que identificamos como problemas y amenazas. Esta nueva visión trata de comprender los procesos naturales para trabajar a favor de la inagotable energía que generan. Si podemos, ayudamos a agilizar los estados de riqueza mineral y abundancia en biodiversidad y densidad. Deberíamos de comprender que lo que es bueno para la naturaleza, es bueno para nosotras, ya que somos parte inseparable de ella. Lo que nos falta es descubrir la vasta red de inteligencia de la vida, que está delante de nuestros ojos, sin que nos paremos a observar y aprender de ella.
En el área ecosocial, trabajamos con la conciencia y aprendizaje de mejorar las relaciones, acompañar los procesos y generar ambientes más respetuosos y saludables. Desde las personas pequeñas hasta las mayores, todas necesitamos y florecemos en un entorno cuidado y con un ambiente de comprensión y empatía. Mirar y ser miradas de forma compasiva. Conectar con la otra persona y reconocernos. La comunidad es el ecosistema humano esencial donde se propicia el crecimiento saludable, el aprendizaje y el despliegue del potencial al servicio del colectivo.
La dinámica social mayoritaria actual está muy focalizada en la individualización, el aislamiento y la distracción. Esto está generando numerosos problemas de salud, bienestar, soledad, vulnerabilidad, supervivencia y sufrimiento. Nuestra mirada está en recuperar y favorecer la cultura de la colaboración. El conflicto forma parte de las relaciones. Si se aborda como un proceso de aprendizaje nos ofrece más oportunidades de crecimiento. Superarlos de forma consciente nos aporta una mayor comprensión y despliega nuestras capacidades de relación.
Con esta visión no nos limitamos al proyecto, sino que en la medida de nuestras posibilidades, abrimos nuestra actividad y relación con el entorno para propiciar la colaboración y la ayuda mutua. Podemos aportar nuevos espacios abiertos al barrio y la comunidad local, también abrimos el proyecto a personas de cualquier zona que sintonicen con los valores y visión del proyecto y quieran implicarse. Hay mucha creatividad, energía e ilusión dispuesta por una buena causa.
2. ¿Cuáles son sus antecedentes o inicios? ¿Qué necesidades o problemas específicos quiere resolver vuestro proyecto?
El grupo se inició en 2017 de un grupo de familias en época de crianza que compartían un proyecto educativo con una mirada renovadora y empezaron a soñar con vivir juntas en una zona rural con apoyo mutuo y colaboración. Construir oportunidades de mayor salud y crecimiento.
Pronto empezó la búsqueda de espacios y caseríos, concretando sobre la marcha una lista de mínimos comunes. Hasta que en pocas semanas encontramos un lugar que cumplía los criterios y nos pareció muy especial.
En la propia búsqueda de ubicaciones y espacios, se descubrió y nos encajó el modelo de vivienda cooperativa en cesión de uso. Facilitaba el aprovechamiento de caseríos de gran tamaño sin necesidad de división. Con la ventaja del cambio de paradigma, con un modelo de tenencia más accesible y que aporta ventajas sociales en el ámbito de la vivienda.
En julio de 2018 se constituyó la primera cooperativa de vivienda en cesión de uso de Euskadi. Como pionera, ha tenido que abordar, sufragar y resolver las complicaciones y resistencias administrativas de generar un modelo social innovador en vivienda. Desde el principio ha participado en la creación redes de apoyo mútuo, como la asociación Ametsak Sortzen, la red Koobizitza o el Grupo de Vivienda Cooperativa en REAS Red de Redes. Nos incorporamos a REAS Euskadi para estar en el ámbito de la Economía Social y Solidaria, en las redes que están en sintonía con el modelo.
Se ha tenido muy presente la importancia de colaborar, compartir aprendizajes, visibilizar el modelo y facilitar los pasos de otras iniciativas. Ahora hay 4 proyectos rurales similares en convivencia en Euskadi, y hay otras tantas en proceso.
En marzo de 2019 se realizó la compra. Mientras habitamos y gestionamos el terreno a tiempo parcial, hemos vivido un largo proceso de resolución de problemáticas en paralelo a la consolidación y aprendizaje del grupo. Hasta conseguir iniciar la rehabilitación en mayo de 2022 y finalizar la obra 24 meses después, en mayo de 2024.
Desde el principio el proyecto ha tenido una misión de aportación al cambio y la transformación social, pudiendo mostrarse como una referencia, modelo o inspiración a otros grupos, entidades y personas.
3. ¿Cuáles han sido los principales impactos sociales del proyecto hasta ahora? ¿A qué tipo de personas o colectivos se dirige?
El mayor impacto social sería la visibilización general social del modelo, específicamente importante a las administraciones públicas. La participación en foros y charlas para explicar el proyecto y el modelo, la atención a personas y entidades interesadas en conocerlo, y la participación en el impulso de las redes sectoriales de cercanía y a nivel estatal. El proyecto contribuye a mostrar un modelo integral de habitabilidad para entornos rurales, con habitantes implicados en su entorno, generación de actividad y dinamización social, además de introducir una fórmula híbrida de relevo generacional en el sector de la agricultura y ganadería.
En el ámbito de la transformación agroecológica también estamos aportando al cambio de paradigma con las culturas regenerativas. Con la misma filosofía de compartir procesos de aprendizaje y conexión con otras experiencias estamos en el mapa de proyectos de agricultura sintrópica.
De forma transversal y natural estamos presentes y se permea el modelo en los ámbitos de educación innovadora y respetuosa con las necesidades y los procesos de la infancia. Una conexión evidente con el mundo de la economía social y solidaria que engloba el cooperativismo más participativo y transformador. Están muy presentes los movimientos y grupos de ecología-sostenibilidad, además de trabajar cada vez más en la agroecología ligada a las culturas regenerativas. Mediante estas vertientes vamos generando relación, conexión, inquietudes y se va desplegando el proyecto. En función de las motivaciones, talentos y procesos de las personas que habitamos, y las que van formando parte del proyecto de forma formal como socias colaboradoras o informal en los ámbitos de relación y comunidad local.
Nos dirigimos a personas y colectivos sensibilizados con el cambio, con la transformación social y el activismo. Personas comprometidas e inconformistas con lo establecido. Quizás es la creencia en los sueños y la utopía desde el compromiso del bienestar ecosocial lo que nos une a personas en diferentes ámbitos.
Esto está presente en los ámbitos de las etapas de acompañamiento a la infancia, pero es válido para cualquier etapa de la vida, donde los cuidados y las necesidades personales deben ser atendidos en la medida de nuestras posibilidades.
El proceso de desarrollo del proyecto ha ido generando evolución en la mentalidad y la configuración vital de las personas. En algunos casos esto ha supuesto paulatinos cambios de actividad, o la focalización a tiempo parcial o fuera del trabajo remunerado, de nuevas actividades alineadas con los valores del proyecto y con las nuevas perspectivas que se abren en el espacio. Hablamos del área de la vivienda cooperativa y la agroecología en concreto, pero podrían darse también en el acompañamiento de personas, organización de actividades y formaciones, etc..
4. ¿Cuál es la importancia del acceso a la financiación en el desarrollo de vuestro proyecto? ¿Qué os ha permitido hacer?
La financiación ha sido clave para el desarrollo del proyecto. El apoyo de Fiare Banca Ética ha hecho viable la componente social que el mercado financiero no estimaba.
Una clave importante eran los valores de la Banca Ética para cuidar y atender a proyectos transformadores y de implicación social. La sensación es que está creciendo de forma conjunta la Banca Ética con el conjunto de la Economía Solidaria y el impulso de la vivienda cooperativa en cesión de uso. Fiare está haciendo un gran esfuerzo y es compartido por los proyectos de vivienda cooperativa.
El camino ha sido complicado. El inicio supuso mucha documentación y dificultad para completar los protocolos y la burocracia. Al mismo tiempo, cuando llegaron las complicaciones ligadas al proceso de rehabilitación, ha habido una relación de confianza y flexibilidad. No se pueden omitir todas las dificultades de los escenarios que hemos vivido, pero creo que dentro de la complejidad de estas innovadoras iniciativas, y conociendo las experiencias de otros proyectos, es importante la compañía de una entidad con personas sensibles e implicadas en el cambio social que promueven.
Creo que es importante reforzar la visión de aliadas y socias en este proceso de emprendimiento social para poder juntar nuestras energías y facilitar los procesos al máximo. En la medida que dejamos el rol de clientes y nos colocamos como socias de la Banca Ética, cambia nuestra actitud, nuestra perspectiva y relación. Quizás las visitas a los proyectos por parte de las personas que trabajan en Fiare sea una base que generaría más vínculo mutuo.
5. Antes de las finanzas éticas, ¿habíais trabajado antes con las finanzas convencionales? ¿Por qué se decidió a realizar el cambio o elegir esta opción?
Conocíamos que Fiare era la entidad de referencia para este tipo de proyectos. Pero no descartamos consultar otras opciones para poder hacer un contraste y tener el conocimiento. También se generaba una labor de difusión del modelo entre otras entidades bancarias. La receptividad fuera de Fiare fue muy limitada, quedando en 2 o 3 alternativas que no llegaron a plantear una propuesta definitiva fiable, por no querer arriesgarse con experiencias innovadoras.
Trabajar con Fiare es más complejo en algunos procesos al ser una entidad jóven y de pequeña escala, que trabaja constantemente atendiendo proyectos complejos y muy diversos, dentro de un mar de gigantes financieros con sistemas muy depurados y sistematizados. Entiendo que es complejo el equilibrio entre la atención tan cuidada y personalizada, al mismo tiempo que se optimiza la eficiencia, que puede requerir reducir el trato de cercanía y el compromiso social.
6. ¿Qué cambios habéis notado respecto a otras entidades financieras? ¿Qué destacaríais del funcionamiento?
Hay algunas similitudes a nivel de plataformas con algunas entidades de tipo cooperativo o con escala pequeña. Quizás el contraste más grande que observo es a nivel digital. El avance que se está produciendo en el uso de apps móviles. La usabilidad, sencillez de uso y experiencia agradable que están consiguiendo algunas entidades financieras. Aunque por contra suele ir acompañada de una mayor distancia social, de peor relación personal, y aumento de comisiones.
7. ¿Cómo conocisteis los seguros éticos? ¿Qué os hizo elegir estos seguros?
Cuando entramos en REAS fuimos descubriendo la paleta de entidades, sectores y servicios que están presentes con valores muy similares a los de Ametxe.
Quizás no son muy conocidos y no se comprende bien el valor diferencial que aportan en el mercado. Puede que haga falta pedagogía incluso en el sector de la Economía Solidaria.
El valor principal es la comprensión del modelo especial con el que trabajamos y sentirse compañeras de viaje en un mismo reto de transformación.
8. ¿Con qué otras entidades o instituciones habéis colaborado para llevar a cabo este proyecto?
Poco a poco vamos incorporando los servicios de entidades de la Economía Solidaria y otras que se adecúan en la proximidad y valores. Desde Goiener en la energía, a Izarkom en las telecomunicaciones. Estando atentas a nuevas iniciativas en las que podamos participar y apoyar como alternativas económicas. Creemos importante apoyar otras cooperativas que tratan de autogestionar y acercar servicios a precio de coste con valores y compromiso social.
9. ¿Cuáles han sido los principales retos a los que os habéis enfrentado y cómo los habéis superado? ¿Cuáles son los planes de futuro de vuestro proyecto?
Los principales retos del proyecto han sido muy diversos. En el aspecto humano, la gestión de la dinámica grupal para superar los contratiempos y estados emocionales ha requerido mucha energía, compromiso y aprendizaje.
En el proceso más técnico de llevar adelante el proyecto, hemos tenido muchos obstáculos. En ciertos momentos parecía que cada paso era una complicación mayor. Algunas fases parecían una montaña rusa emocional y anímica. Después creo que nos hemos ido endureciendo.
Ha sido difícil superar todos los vaivenes sociales y económicos de estos años. Pero lo más complicado ha sido la relación con los procedimientos de las Administraciones Públicas. A veces ha sido como una lucha ante requerimientos tan ineficaces e innecesarios, como a veces absurdos.
Se ha generado tal nivel de control, miedo y protección administrativa frente a las peticiones y necesidades ciudadanas o sociales, que hay que armarse de mucha motivación y capacidad de resistencia para superarlas y no desistir por el camino. Lo más curioso es que por más alto que se ponga el muro de la normativa o la burocracia, siempre habrá quien lo salte. Por contra, se bloquean sistemáticamente la mayoría de iniciativas de innovación social, que son necesarias para regenerar precisamente el sistema y desatascar los nudos.
El proceso de la propia obra de rehabilitación, también ha supuesto un nivel importante de tensión y complicaciones. Sin duda, el trabajo colaborativo en algunas tareas también ha alimentado los meses más duros, y ha inyectado confianza en el grupo para completar la obra ante todas las dificultades e incertidumbres.
En este momento el tema económico sigue siendo el mayor reto. La prioridad es completar la campaña de financiación social este mes de octubre. Además, necesitamos reducir el importe de la cuota mensual de las unidades de convivencia en este escenario de tipos altos y con los gastos de puesta en marcha y configuración de los espacios interiores y exteriores.
Ahora que el edificio está habitable, el proyecto puede poner el foco con más claridad en la generación de ingresos con actividades que podamos promover o acoger. También se van dando de forma natural las propuestas de actividades en la relación con las personas del entorno o las visitas.